La industria tabacalera exige normas estrictas para el uso de bandas transportadoras. Uno de los criterios es que la banda pase la prueba de pirólisis. Se trata de una prueba de combustión a 800 grados, en la que se analizan los gases liberados para asegurarse de que estén libres de nitrógeno, azufre, cloro y flúor. La conformidad con pirólisis significa que la muestra del cinturón pasó esta prueba y se puede aplicar de forma segura en la industria tabacalera.